Aguacol: DESDE SAN FERNANDO A TODO CHILE
Quizás en los años ochenta, cuando nacía Aguacol y Pablo Valenzuela era sólo un niño, jamás imaginó cómo el negocio de las aguas transformaría su vida. Desde su fundación en 1981, tuvieron que pasar 20 años para que su madre, Patricia Quezada, adquiriera esta empresa y, junto a él y su hermano José Ignacio, le dieran el empuje que necesitaba. En 17 años de esfuerzo, pasaron de tener clientes sólo en Rancagua, Curicó y Talca, a estar presentes a lo largo de todo Chile.
POR MELISSA QUIROGA. | FOTOGRAFÍA PATRICIO CHANDÍA M.
“No ha sido fácil”, se apura en decir Pablo Valenzuela, cuando analiza el camino recorrido desde que se hizo cargo de Aguacol, empresa de agua desmineralizada, refrigerantes y productos del área automotriz ubicada en San Fernando, sus teléfonos son: 22 5262822 / 22 5125622 / 72 2719595, y el mail ventas@aguacol.cl
Sin conocer mucho del negocio, en el 2001 dejó atrás el estrés de Santiago y se trasladó a San Fernando empeñado en mejorar la forma de trabajar, pasando del llenado manual a uno semiautomatizado con estanques y llaves de PVC, para no contaminar el producto final. “Cuando empezamos, éramos cinco personas. Luego tuvimos que reducir a tres y vendíamos alrededor de cinco mil bidones mensuales de agua destilada, agua verde, lavaparabrisas y coolant”, cuenta.
No obstante haber terminado el primer año con números rojos, gracias al trabajo y la perseverancia comenzó a crecer el volumen de venta, permitiéndoles contratar más personal y adquirir camiones de reparto, con lo cual lograron quedar en cero en su segundo año.
De las siete empresas del rubro en la zona, Aguacol supo diferenciarse entregando un buen servicio, de calidad y buenos precios. “El servicio era muy importante para el usuario, la responsabilidad de la entrega yo creo que fue fundamental para empezar a captar nuevos clientes y fidelizarlos”, explica. De esas siete, hoy sólo quedan ellos.
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CRECIMIENTO SOSTENIDO
Con muchos altos y bajos, Aguacol fue complementando el negocio de las aguas con todo tipo de accesorios para el área automotriz. “El agua es un producto muy barato, pero el costo de traslado es muy caro, por lo que teníamos que introducir más productos y yo creo que ahí estuvo la clave”, confiesa.
Hoy cuentan, además de los derivados del agua, con más de tres mil productos como aceites, filtros o baterías de marcas líderes en el mercado como Shell, Gates, NGK, Mobil, entre otras, que abarcan prácticamente la totalidad del área automotriz.
Entre sus clientes del canal tradicional se encuentran casas de repuestos, lubricentros, estaciones de servicio, cadenas de supermercados regionales como El 9, Cugat, clínicas, viñas y laboratorios, como los principales en un universo de más de 1200 y que constituyen el 55% de su venta total. Esto les permitió salir del estancamiento y comenzar un crecimiento sostenido que los mantiene como líderes en la zona.
A medida que fue creciendo la demanda y su prestigio entre sus clientes en las regiones de O’Higgins, Del Maule y Bío Bío, pronto se vieron en la necesidad de expandir sus instalaciones. Así, de los 400 m2 que tenían cuando partieron, pasaron a más de 3000 m2 en bodegas, sólo en San Fernando, a lo que se sumó en 2004, la adquisición de AwaChile Ltda., empresa del mismo rubro ubicada en Santiago que les permitió tener un lugar donde almacenar sus productos y funcionar como punto de venta para la Región Metropolitana y Viña del Mar hasta Calera.
DE ARICA A MAGALLANES
En ese minuto tomaron la decisión de ir más lejos. “Las necesidades de mercado nos permitieron ingresar al mundo del retail, lo que nos dio un respaldo y volumen de venta grande”, detalla Pablo, enfatizando en la gran exigencia que significa proveer a gigantes como Cencosud, Easy, Unimarc y Walmart. “Con ellos tenemos día y hora de entrega, sin márgenes de error y para poder mantenernos dentro debemos promediar más de un 80% de fill rate, indicador que mide la satisfacción de los pedidos. Nosotros cumplimos con un 99,6%, casi perfecto, lo que también llevamos a la práctica con nuestros clientes del canal tradicional”, destaca.
Hoy esta área de negocio representa el 45% de la venta de sus productos. A través de ellos, la marca está presente desde Arica hasta Punta Arenas con Aguacol como tal y también proveyendo a otras como Datrax de Easy o Autodrive de Walmart.
“NINGUNA META ES IMPOSIBLE, LAS ÁREAS DE NEGOCIO SON INFINITAS, YO CREO QUE LA PERSPECTIVA DE CRECIMIENTO LA VA A DAR EL ESTAR AHÍ, EN EL DÍA A DÍA, EN SER RESPONSABLES”
Paralelo a este aumento de las ventas, la empresa fue fortaleciendo sus procesos productivos, permitiéndoles hacer frente a la alta demanda. “Para poder ser competitivos en términos comerciales, tuvimos que pasar de lo semiautomático a una línea de llenado automática y comenzar a elaborar nuestros propios bidones con tres máquinas de soplado que elaboran distintos tipos de envases, proceso que no ha sido fácil pero que nos ha significado un ahorro importante”, detalla.
TRABAJAR EN FAMILIA
Pero no sólo el compromiso y la responsabilidad caracterizan a esta marca. La empresa tiene el ingrediente de que muchos de los casi 60 trabajadores son familiares directos o indirectos, pero ninguno, aclara Pablo, está ahí por nepotismo. “Todos se han ganado su puesto, hemos sabido separar la amistad o la familia del trabajo. Por otro lado, siempre he pensado que al trabajar con parientes, existe un compromiso especial y si, además, hay una relación de amistad y cariño donde uno tiene la posibilidad de juntarse fuera del trabajo, estupendo”.
En este sentido, el factor humano ha sido primordial en el crecimiento de la empresa y la preocupación por sus personas, también. A esto apunta la certificación SA 8000, el estándar de trabajo más reconocido a nivel mundial y que Aguacol está implementado de manera voluntaria, con el fin de fomentar el desarrollo, mantenimiento y aplicación de prácticas socialmente aceptables en los puestos de trabajo.
CADA DÍA UN NUEVO DESAFÍO
Al hablar sobre cómo proyectan el negocio, Pablo recuerda una antigua conversación con su socia y esposa, Leticia López Díaz, para graficar lo que han sido estos años. “En ese tiempo, los volúmenes de venta eran bastante chicos y ahí le dije a mi señora ¿te imaginas que venda x millones? Y eso era imposible, pero un día llegamos a ese número, y dijimos ‘oh, extraordinario´”, lo cual constata que las proyecciones se han ido superando una tras otra, con metas cada vez más desafiantes y siempre pensando en la manera de seguir creciendo.
Prueba de ello, es la incursión que hace un año vienen desarrollando en la línea hogar de Aguacol, con productos como detergentes, lavalozas, suavizantes, entre otros; la confección de bidones para la venta, gracias a la nueva máquina de soplado que adquirieron hace pocos meses o el proyecto de autoabastecerse de las etiquetas de sus productos.
“Ninguna meta es imposible, las áreas de negocio son infinitas, yo creo que la perspectiva de crecimiento la va a dar el estar ahí, en el día a día, en ser responsables”, concluye Pablo.