En el marco de su nuevo aniversario, este proyecto familiar liderado por el matrimonio de Fernando Colina y Martina Sánchez, plasma con orgullo el esfuerzo dispuesto por sus dueños para mantenerse en la carrera empresarial. Extensa trayectoria que conserva intactas sus convicciones y ha logrado consolidar la calidad de sus servicios, marcando presencia desde Iquique a Puerto Montt y siendo, incluso, reconocidos en el extranjero.
POR MATÍAS SAN MARTÍN H., PATRICIO MOREALES L. | FOTOGRAFÍA PATRICIO CHANDÍA M., MATÍAS LIZAMA
“Es importante nunca perder las ganas y la motivación por lo que haces”, recalca de inmediato Fernando Colina, al responder sobre la clave para mantenerse firme durante tantos tiempo con su empresa, cuyo origen recae en las enseñanzas de su amigo Osvaldo Rosas, quien le transmitió gran parte de los conocimientos de la industria del vidrio, cuando apenas era un adolescente y, que por decisiones propias como abandonar el colegio, ya cargaba con la responsabilidad de trabajar para surgir.
Fernando siempre supo cuál era su camino. En 1989, cuando sólo tenía 24 años y vivía en Carampangue con Cancha Rayada, San Fernando, no dudó en pedirle a su padre que solicitara un crédito de 100 mil pesos al banco, con la férrea intención de invertir esos recursos para lanzarse a la vida y apostar con su negocio en el mercado vidriero.
Con aquel importante capital para la época, sumado a su convicción, este emprendedor amante de la música de Elvis Presley, funda Vidriería Colina, que este 2019 cumple tres décadas. “Estos 30 años enmarcan una trayectoria de altos y bajos, en la que muchas veces toqué fondo, pero más fuerte fue nuestra perseverancia por salir adelante, lo que nos permitió consolidarnos y ser reconocidos por entregar un servicio de calidad”, asegura el empresario.
“Estos 30 años enmarcan una trayectoria de altos y bajos, en la que muchas veces toqué fondo, pero más fuerte fue nuestra perseverancia por salir adelante, lo que nos permitió consolidarnos y ser reconocidos por entregar un servicio de calidad”, asegura Fernando Colina, su fundador.
Una de las particularidades de su proyecto –liderado junto a su esposa Martina–, es la cercana relación que mantiene con sus empleados, quienes no demoran en afirmar que “con Fernando tenemos más que una relación laboral. Somos una familia que se conoce hace 28 años. Nos sentimos agradecido de él, por todo lo que hace constantemente por sus trabajadores”, indica Raúl Acevedo, uno de sus más antiguos funcionarios.
De igual forma, con más de dos décadas en la vidriería, Claudio López es otro de sus históricos maestros, quien enfatiza que “a los jefes los sentimos nuestros amigos. Cada 18 de septiembre, Navidad y Año Nuevo, nos invitan a su casa para que el personal comparta y disfrutemos juntos esas fechas importantes. Se preocupan hasta de hacerle regalos a nuestros hijos. El ambiente que aquí se vive es único y no se da en otra parte”.
RECONOCIMIENTO Y EXCELENCIA
El poder de venta de esta empresa sanfernandina radica en la comercialización de ventanas, con un 60% de ellas fuera de la Región de O’Higgins, donde destacan tres áreas de proceso: fabricación, instalación y muro de cortina –fachada en edificios–, en los que se emplean materiales importados desde China, como láminas de aluminio de certificación A –mejor calidad– y un espesor que varía entre 1,3 a 2,3 milímetros. Asimismo, su dueño argumenta que están “a la vanguardia en la industria, pues sólo utilizamos cristales flotados, consistentes en una plancha de vidrio que se fabrica luego de modo flotado contra una capa de estaño fundido. Este método elimina las imperfecciones y otorga una superficie perfectamente plana”.
Dentro de sus obras emblemáticas se encuentran diversas instalaciones, tales como: el edificio Alto San Fernando, en Colchagua; una sucursal bancaria de BBVA y dos farmacias, en Iquique; y cajeros automáticos de Banco Estado, desde Santiago a Puerto Montt. Además, “nuestros productos están llegando a Isla de Pascua y Juan Fernández, gracias a una asociación con la empresa Dimasa de Valparaíso, que comercializa con isleños que llegan al continente por ese puerto”, señala Colina.
Otro de los sucesos que enorgullece a esta familia es el reconocimiento recibido en 2016, tras ser reconocidos en una encuesta realizada al rubro de las constructoras chilenas, quienes los apuntaron como un proveedor de calidad, siendo invitados a Madrid, España, para recibir la distinción en la categoría de Excelencia y Liderazgo.
Pesando en el futuro de su empresa, Fernando sostiene: “Mi meta es adquirir un lugar propio para instalarnos. En ese contexto, nuestra primera inversión fue una bodega, la que está en planes de ampliación con la adquisición de un terreno continuo a ésta”.
En abril se festeja en grande. El camino recorrido y cada una de sus piedras, le ha enseñado a la familia Colina Sánchez a comprender que la perseverancia es una de las mayores virtudes para alcanzar el éxito. Fernando se muestra emocionado con los frutos que su trabajo le ha entregado y, de igual forma, su gratitud aflora por aquellos que han optado por sus servicios y ayudado a consolidar su mercado: “Los clientes han sido los artífices de este crecimiento que se proyecta, pues ellos, a través de su preferencia, nos entregan las herramientas para continuar. Me siento muy agradecido de las personas que han confiado en Vidriería Colina durante todos estos años”, concluye.
Si desea contar con la fabricación e instalación de ventanas, ventanales y muro cortinas de Vidriería Colina, dirigirse a Av. España 679, San Fernando. Su número de contacto: 72 2721 097.