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Hotel Mar y Vino

LA NUEVA APUESTA DE MARCELO PINO

Las dos pasiones de Marcelo Pino se combinan de forma elegante y armónica, tiñendo el corazón del Barrio Ortúzar, desde la experiencia sensorial que regalan los manjares vitivinícolas y el mar. Dueño de una energía contagiosa, el reconocido sommelier agrega una nueva apuesta a la zona, remodelando uno de los más clásicos hoteles de Pichilemu.

POR CARLA BRISSO P. | FOTOGRAFÍA PATRICIO CHANDÍA M.

 En 2017 Marcelo Pino revolucionó el acontecer pichilemino con la apertura de su vanguardista tienda especializada en vinos, donde además de vender calidad, realiza actividades durante todo el año ligadas a su promoción. Entre ellas, se pueden mencionar sus catas sin costo, para que residentes de la comuna puedan degustar y conocer más de las etiquetas de las reconocidas bodegas presentes en su local.

“Mi idea es que las personas que viven en Pichilemu, tengan más opciones; mostrar que la ciudad tiene vida más allá del verano y que los vecinos puedan divertirse en un ambiente agradable. Asimismo, mi fin es que el turismo del vino, acabe acá, en la costa”, comenta Pino.

TODOS LOS DÍAS SON UNA NUEVA OPORTUNIDAD

En su afán de posicionar la capital del surf como un destino que comparta la cultura vitivinícola, el sommelier inauguró en junio, junto a su socio y amigo francés, Nicolas Samson, la cafetería Mar y Vino. Samson es un experto en el rubro gastronómico y dueño de una destacada cadena de restaurantes en Santiago.

Además de ser una opción para el café, té y sándwiches, Mar y Vino se posiciona como una alternativa para compartir un aperitivo o un picoteo gourmet con quesos, charcutería o brochetas de jaibas, por mencionar algunas.

Nicolas llegó hace cuatro años al país, se casó con una chilena y le ha encantado esta tierra. Marcelo lo invitó a conocer su ciudad natal y quedó prendado de la costa y la diversidad de paisajes de la zona. “Eso sí, observé que faltaba algo; era necesario contar con lugares abiertos durante la semana para las personas que viven acá. Hay mucho profesional joven que se ha mudado a Pichilemu, desde distintas ciudades, y ellos tienen la costumbre de tomarse un café o un trago”, afirma Nicolas.

En su afán de posicionar la capital del surf como un destino que comparta la cultura vitivinícola, el sommelier inauguró en junio, junto a su socio y amigo francés, Nicolas Samson, la cafetería Mar y Vino. Samson es un experto en el rubro gastronómico y dueño de una destacada cadena de restaurantes en Santiago.

Además de ser una opción para el café, té y sándwiches, Mar y Vino se posiciona como una alternativa para compartir un aperitivo o un picoteo gourmet con quesos, charcutería o brochetas de jaibas, por mencionar algunas.

Nicolas llegó hace cuatro años al país, se casó con una chilena y le ha encantado esta tierra. Marcelo lo invitó a conocer su ciudad natal y quedó prendado de la costa y la diversidad de paisajes de la zona. “Eso sí, observé que faltaba algo; era necesario contar con lugares abiertos durante la semana para las personas que viven acá. Hay mucho profesional joven que se ha mudado a Pichilemu, desde distintas ciudades, y ellos tienen la costumbre de tomarse un café o un trago”, afirma Nicolas.

Mar y Vino responde a esa necesidad y en la tarea de ofrecer distintas alternativas a los comensales, permite el descorche, para que quienes compraron en la tienda, puedan degustar su botella en el lugar, sin recargo. El establecimiento, que tiene capacidad para 70 personas sentadas, abre sus puertas de lunes a viernes hasta las 21:00 horas, y los fines de semana hasta las 23:00. Asimismo, cuenta con capacidad para la realización de eventos especiales o reuniones de trabajo.

Su terraza invita a gozar de los días más cálidos, mientras que para el invierno y en su interior, es posible regocijarse al lado de su estufa a leña. Asimismo, disponen de duelas transformadas en asientos y un muro inundado con fotos de destacados surfistas locales, corriendo impresionantes olas y que, en conjunto, generan una extraordinaria sensación de calidez.

VINO Y SURF

La tienda y la cafetería se transforman en el portal del Hotel Mar y Vino, edificio que data del siglo XIX y que funcionó muchos años bajo la marca “Chile España”. Hoy cambia su nombre, su administración, y se remodela. Además, se conserva el espíritu, los detalles y la historia de esta gran casa que desde una ubicación privilegiada, ha visto crecer a Pichilemu.

 

“Nos hicimos cargo de este increíble espacio, para hacer turismo asociado al vino y al surf. La invitación es a que vengan a disfrutar de un rico hotel durante todo el año y no sólo en verano o los fines de semana”, expresa Marcelo.

Tres piezas remodeladas y 12 completamente nuevas más un hot tub, promueven una estadía amena y relajante. En palabras del sommelier “las habitaciones del rooftop tienen una vista perfecta a la ola de La Puntilla; los fanáticos del surf pueden salir al balcón y decidir si es buen momento para meterse al agua. Soy surfista y estoy feliz de que exista un lugar así, por lo que estoy seguro que otros lo disfrutarán tanto como yo”.

Cada habitación posee calefacción central, luz natural, termopanel, baño privado, aislación térmica y sonora e internet, por nombrar algunas de las acomodaciones. En el Hotel Mar y Vino también desarrollan actividades como clases de surf, yoga, cabalgatas, trekking, entre otras. Todo lo anterior se complementa con un buen servicio.

“NOS HICIMOS CARGO DE ESTE INCREÍBLE ESPACIO, PARA HACER TURISMO ASOCIADO AL VINO Y AL SURF. LA INVITACIÓN ES A QUE VENGAN A DISFRUTAR DE UN RICO HOTEL DURANTE TODO EL AÑO Y NO SÓLO EN VERANO O LOS FINES DE SEMANA”,

Marcelo Pino

De igual manera, los huéspedes pueden bajar a visitar su cava, estructurada con vigas de roble, muros de piedra y piso de cuarzo con más de 150 años. En el lugar, aún se guardan antiguos brebajes que se brindaban a los primeros pasajeros. En esa área, el sommelier proyecta implementar a futuro un Museo Vitivinícola, con el entusiasmo de continuar tiñendo de tinto las calles que lo vieron crecer.

Para vivir experiencias de Mar y Vino, sólo debe ir a la Avenida Ortúzar Nº 255, Pichilemu y para reservas, puede llamar al número de teléfono: 722 842 522.

La decisión de dónde alojar, tomarse un buen café o un rico aperitivo, es determinante a la hora de calificar como buena una experiencia de vacaciones o una siempre necesaria escapada a la costa. Gracias a Marcelo Pino, turistas y pichileminos puede vivir gratos momentos, en una hermosa arquitectura, que permite aprovechar al máximo la cercanía de la playa.

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