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Pablo Cárdenas, La Arquitectura: Ejercicio cómplice y colectivo

Su trayectoria lo sustenta como uno de los arquitectos más connotados del Valle de Colchagua. Tanto su crecimiento como profesional y su empresa Gestión Proyecto habitan esta conversación con la que tenemos el privilegio de amplificar la voz de un hombre cuya visión y trayectoria se basan en conceptos como la estética, integralidad y utilidad de su trabajo, como herramienta transformadora de los espacios donde nos desenvolvemos, mejorando las condiciones de vida y favoreciendo el desarrollo social.

POR PATRICIO MORALES L., MELISSA QUIROGA | FOTOGRAFÍA CLAUDIA MATURANA N., ARCHIVO PABLO CÁRDENAS

Desde la época de las primeras sociedades, la arquitectura ha sido concebida como una de las disciplinas imprescindibles para el desarrollo de la humanidad, pues plantea intrínsecamente una forma de conocimiento, una forma de mirar y entender el mundo, mediante la creación de un objeto, un cuerpo, una materialidad.

Ya en Roma, el virtuoso Marco Vitruvio planteaba en su De Architectura el tratado más antiguo que se conserva que los edificios debían cumplir con tres preceptos claves. Firmitas, refiriéndose a la solidez; Utilitas, a la funcionalidad de lo construido; Y Venustas, la cualidad de la belleza. Desde esta perspectiva, podríamos entenderla como un concepto mediado, primero, por un factor utilitario que implica satisfacer o resolver las necesidades de construcción cumpliendo con normativas, presupuestos, topografías, etc. Y, segundo, mediado por el factor del arte, debiendo satisfacer las necesidades estéticas, de belleza y estilo.

“EL TIEMPO HABITANDO EL ESPACIO”: EL OBJETO Y SU DIARIO HABITAR

Pablo Cárdenas Neira (43), destacado arquitecto de la Universidad de Concepción, define la arquitectura como el resultado final que “materializa lo que se ha pensado, aquella idea trasladada y concretada, aquello que estructura esa idea en un espacio y tiempo determinado. Es decir, la arquitectura proyecta o habita espacios para que se produzcan actividades, las que se llevan a cabo en una temporalidad específica. Tareas como cocinar, estudiar, trabajar o dormir, se realizan en un espacio y en un periodo establecido, entonces, nuestro trabajo precisa las consideraciones de espacio y tiempo que necesita una vivienda, una industria, una instalación, una sociedad para funcionar”, señala el profesional y líder de Gestión Proyecto, quien además profundiza en la importancia estética en los planteamientos arquitectónicos como un valor concreto que cada vez cobra más protagonismo dentro de las exigencias de los clientes. “Con mi equipo, muchas veces debemos mirar el mundo a través de los ojos del cliente, de la persona que habitará un edificio, una vivienda, una oficina, y pensar cómo elaboramos un lenguaje que permita plasmar ese deseo -ese modo de belleza que tienen preconcebidomás allá de los requerimientos propios del objeto, propios de la construcción. Por eso debemos estudiar y trabajar muchísimo cada obra”.

Dentro de los mayores desafíos de la arquitectura contemporánea está el abordar con un carácter más reflexivo la importancia del habitar el espacio diario donde las personas desarrollan sus cotidianeidades. Así lo entienden en Gestión Proyecto: “Se trata de que, como empresa enfrentemos el argumento del diseño con la funcionalidad de éste, es decir, poner a prueba la articulación conjunta de todos los factores que se conjugan en la propuesta arquitectónica con el diario vivir de los usuarios, y evaluarlos como sitios o espacios que interpreten la satisfacción, el sentimiento, la emoción de quienes los utilizan o los transitan. Cuando logras que esa experiencia sea positiva y cumpla con las expectativas, también te sientes cumpliendo con tu responsabilidad profesional. Esa ha sido la clave de nuestra empresa en estos 12 años”, señala Pablo.

UN DIÁLOGO INTERDISCIPLINARIO

La realidad económica, normativa, climática, geográfica y medioambiental de nuestra época, se impone de manera abrupta y violenta en absolutamente todas las disciplinas inherentes a la sobrevivencia del ser humano. La arquitectura no está ajena a ello, transformándose en un rubro donde la interdisciplinariedad toma un rol preponderante y coyuntural.

Conscientes de esta exigencia multidisciplinaria, en Gestión Proyecto han asumido desde su inicio una mecánica de trabajo que reúne profesionales de diversas áreas en post del éxito de cada obra. “Actualmente, es necesario abarcar y solucionar más factores que antes no se contemplaban. La gran cantidad de normativas y consideraciones climáticas, sísmicas, presupuestarias, entre muchas otras, ya sea en una construcción social, industrial o privada, no las puedes ignorar. Este involucramiento más global, de varios especialistas, es una tarea esencial que permite una capacidad más rápida de respuesta ante problemas que surgen de manera urgente, coordinar mejor las tareas, aunar perspectivas para la resolución de complejidades, en fin, lo que se traduce en mejores resultados, ya que todas estas exigencias están pensadas para otorgar mayor seguridad y confort a las personas”, indica Cárdenas

ACTUALMENTE, ES NECESARIO ABARCAR Y SOLUCIONAR MÁS FACTORES QUE ANTES NO SE CONTEMPLABAN. LA GRAN CANTIDAD DE NORMATIVAS Y CONSIDERACIONES CLIMÁTICAS, SÍSMICAS, PRESUPUESTARIAS, ENTRE MUCHAS OTRAS, YA SEA EN UNA CONSTRUCCIÓN SOCIAL, INDUSTRIAL O PRIVADA, NO LAS PUEDES IGNORAR

LA INTEGRACIÓN DE LO PÚBLICO, LO COLECTIVO Y EL CAMPO

Respecto a la narrativa arquitectónica de los edificios públicos y “cuerpos de grandes volúmenes” que Gestión Proyecto ha ejecutado, destacamos en esta edición -por la impronta de su arquitectura y argumento de integralidad, una de las claves en las obras de Pablo Cárdenas los cuarteles de las Compañías de Bomberos Cunaco (5 °), Apalta (3°), 1° Cia de Bomberos de Paredones y 1° cia de Pumanque, en la región de O’Higgins; y el cuartel de la 2° Cia de Bomberos de Caldera, en la región de Atacama; infraestructuras que invitan a repensar el sentido de lo urbano como un tipología que desdibuja los límites y las fronteras de lo privado, y se asume como un área integrada al circuito de lo colectivo.

Lo anterior, en palabras de Pablo Cárdenas se convierte en “un cambio de foco que está determinado por la unión de dos lugares, que luego pasan a constituir un solo carácter. Yo lo planteo como una suerte de lugar intermedio con carácter público, donde existe una suerte de límite ficticio. Un claro ejemplo es la Universidad de Concepción, donde toda su infraestructura se une a la ciudad mediante sus explanadas y áreas verdes abiertas; o como las casas con corredores de pueblos como Lolol o Pumanque, donde antes salían las familias con sus sillas a sentarse. Y lo mismo ocurre con los cuarteles de Bomberos que hemos diseñado, son edificios que pueden cumplir también la función de centros cívicos, plazas públicas o lugares de encuentro de las comunidades. En definitiva, la apuesta fue construir un objeto, una obra, con morfología e identidad particular, que contribuyera a los pueblos donde se emplazaron”.

Estas arquitecturas planteadas -con la maestría tan propia de Cárdenassuponen la idea de continuidad, de proyección y versatilidad de espacios que otorgan una impronta de dinamismo a estos volúmenes más bien “tiesos”, formales y de una inmovilidad ortodoxa -o sacra en términos de connotación social.

Una operación similar ocurre con los proyectos privados que ha desarrollado este arquitecto en campos y parcelas de diversas regiones de Chile, entendiendo el paisaje como una entidad que sostiene un diseño articulado desde diferentes perspectivas y potencia las características del terreno donde se emplaza. “Tratamos de insertar un volumen geométrico en un entorno natural que siempre es único frente a otro por factores de sol, humedad, tipo de suelo, etc., pero intransablemente debe ser armónico respecto al espacio, independiente a su estilo o temática; y, además, funcional a su espíritu, a su motivo de creación o necesidades de quienes la habiten”, fundamenta el profesional.

TODO PROYECTO, DESDE LAS MÁS DISTINTAS ESCALAS, DEBE CUMPLIR CON LO ESENCIAL DE LA PROBLEMÁTICA PROPIA Y ESO ES LO DIFÍCIL, Y LO BONITO A LA VEZ, PORQUE ES DIFERENTE EN CADA PERSONA, FAMILIA O INSTITUCIÓN

ARQUITECTURA Y EL CLIENTE

El ejercicio de la arquitectura por naturaleza implica un vínculo con el otro, en cuyo proceso el protagonista no es sólo el arquitecto. Más bien consiste en una tarea compartida -de complicidaddonde el rol del cliente respecto a lo que espera como producto es fundamental y, por su parte, el arquitecto en traducir esa representatividad de la idea en el diseño, el cual se concretará en la construcción geométrica, cuya significación siempre está asociada a lo emotivo. “Cada vez que asumo un proyecto, trato de que prime una buena química entre el cliente y yo. Eso genera empatía. La empatía es imprescindible para un arquitecto, pues tomas conciencia plena de que, en ese objeto físico que construirás, están depositados

los sueños –y muchas veces los ahorros– de una familia, de una empresa o de una comunidad, y también los tuyos como profesional. Independiente a las planimetrías y las formalidades, en una obra de arquitectura estás dejando una huella cultural en ese lugar”.

Hablemos de tus inicios

Estuve toda mi vida escolar en el IRFE (Instituto Regional Federico Errázuriz ), en Santa Cruz, de kínder a cuarto medio. Siempre me gustó arquitectura, pero las indecisiones de adolescente me hicieron titubear, así que tuve un paso de un año y medio por Ingeniería Civil Industrial, pero nunca me llenó. El segundo semestre tuve la oportunidad de recorrer distintas escuelas y facultades de Arquitectura del país, dentro de estos recorridos conocí la facultad de Arquitectura, urbanismo y Geografía de la Universidad de Concepción la que cumplió con mis expectativas de vida universitaria y académica. En esta universidad están todas las facultades conviviendo es un mismo campus, el que alberga todas las áreas del desarrollo humano, y en este caso, la arquitectura se nutre con distintas disciplinas, otorgando una visión amplia de la sociedad y de las problemáticas que la afectan.

Philip Johnson sostenía que la arquitectura es “el arte de gastar el espacio”. Para ti ¿qué es la arquitectura?

La arquitectura es un concepto muy amplio con varias áreas y cada universidad tiene una formación específica. En mi caso siempre me gustó el desarrollo de las ciudades, el urbanismo, y el diseño, enfocado e integrado a los proyectos de arquitectura. No todas las formaciones tienen ese afán de otorgar espacio público para el bien de un proyecto, el espacio intermedio tiene un rol importante, y esas premisas de diseño siempre han estado en los proyectos que me ha tocado desarrollar.

¿Cómo concibes el concepto de la arquitectura, cómo debiese plantearse desde tu punto de vista?

Todo proyecto, desde las más distintas escalas , debe cumplir con lo esencial de la problemática propia y eso es lo difícil, y lo bonito a la vez , porque es diferente en cada persona, familia o institución. A veces el que encuentra la

mejor respuesta es el que se lleva el mejor proyecto. Tú analizas las condiciones urbanas, topográficas, estructurales, sociales, y de ahí empiezas a resolver. Eso es lo entretenido de la arquitectura, que no tiene sólo una respuesta , tiene miles, pero la idea es que tú encuentres la mejor.

En términos generales la funcionalidad parece instalarse como un principio orientador de los proyectos arquitectónicos actuales. Es decir, pensar la obra en relación con el uso que se le dará al espacio. ¿Es relevante este principio desde tu perspectiva?

La época contemporánea lleva la arquitectura a límites estructurales. Por ejemplo, podrías resolver ciertos espacios de forma no convencional, cosas muy simples pero que hacen que la arquitectura tenga un valor distinto. Esta disciplina se basa en sus propios tiempos, en ese sentido, para que una obra permanezca tiene que obedecer a cierta época y la que estamos viviendo nos permite desenvolvernos con una arquitectura que es distinta a la que conocemos. Incluso aquí en la zona de Colchagua. Uno se imagina Lolol

y te imaginas de inmediato las tejas y los corredores, por ejemplo. Entonces hay zonas en que es tan bonito que te enamoras de eso y resuelves en base a ese mismo lenguaje. El lenguaje tiene que ser muy claro para la arquitectura: ¿yo soy moderno, soy colonial, soy patrimonial, soy contemporáneo? ¿Qué soy?. Lo ideal es hacer una arquitectura bien franca en todo sentido y evitar tratar de moldear un proyecto a formas y funciones que ya no son de estos tiempos .

¿Cuáles son tus referentes o qué te inspira dentro de la arquitectura?

Me inspira principalmente la arquitectura racional y funcional , que se desarrolló en la modernidad donde hay varios exponentes. Louis Kahn es uno, sus edificios son referentes hasta el día de hoy. A Frank Lloyd Wright también, son arquitectos clásicos, atemporales y eso es lo que hay que buscar, porque un edificio al fin y al cabo, es una escultura que tú haces en alguna parte de la ciudad o del campo, y lo ideal es que sea un referente para el territorio. Aquí en Chile hay muy buenos arquitectos, tenemos a Alejandro Aravena, el Pritzker de Arquitectura 2016, a Mathias Klotz, Christian de Groote, Mauricio Pezo, Cristian Undurraga, entre otros, todos ellos utilizan estos mismos principios para desarrollar la disciplina . Al final es la búsqueda de la problemática que tú vas a resolver con un buen análisis. Sin eso no llegarás nunca a un buen proyecto, esa es la base.

¿Cuántos años lleva en el mercado Gestión Proyecto y cuáles han sido sus principales obras?

Gestión Proyecto lleva 12 años, partimos en febrero de 2012 con obras de menos escala, realizadas con mucho cariño, y de a poquito , con el fin de empezar a formar un espacio de diseño y construcción, en donde las personas puedan sentirse apoyadas y orientadas a obtener un buen resultado. La idea de gestionar nació gracias a mi experiencia en la Secplac de Palmilla, las municipalidades tienen mucha gestión que es mal vista y en realidad el trámite tiene mucho sustento. La gestión engloba todo, desde la arquitectura, estructura, las especialidades, la permisologia, etc. La idea es que sea un desa

rrollo integral y no solo una parte de algo mayor. Por eso se llama Gestión Proyecto, porque se gestiona desde los inicios con la idea matriz del propietario hasta que llegas al resultado final, con todas las etapas del proyecto resueltas. Es imposible que un proyecto sea bueno si no es integral.

¿Y Gestión Proyecto se adecua a la necesidad, a lo que aspira cada cliente, cada propósito?

Claro, se intenta entender lo que quiere y necesita cada familia, o cada persona, qué es lo que busca y con eso uno va amoldando tanto el diseño como la estructura. Al final hay que producir un diálogo entre todo, son cosas que van de la mano. Las primeras obras que desarrollé fueron casas de subsidio simples para las víctimas del terremoto del 2010, donde quisimos darle un sello particular, que no fuera la típica casa de subsidio a dos aguas, sino que tuviera un poquito más y resultó bien, la misma gente eligió sus proyectos y más de la mitad de la comuna de Palmilla optó por ese diseño. La carencia habitacional que había era gigante pero la gente aun así decía no, yo quiero esa casa, y esperaba cinco o seis meses por ella . Ahí empecé a entender la importancia de un diseño sencillo y útil, que contaba con los espacios acordes a las necesidades y a los presupuestos que en ese tiempo entregaba el estado.

SOMOS UNA EMPRESA QUE TRABAJA CON GENTE DE CONFIANZA, ESO ES UNO DE LOS PRINCIPALES REQUISITOS PARA INGRESAR

¿Cuáles han sido los proyectos emblemáticos de Gestión Proyecto?

Todos tienen un emblema propio, pero a nivel público los cuarteles de Bomberos. Todos tienen este concepto de integración con el barrio y la ciudad, hay varios que dejamos el proyecto planificado para que la municipalidad en un futuro genere una sede social, una plaza o un atrio para hacer un espacio cívico que integre a la comunidad, que pueda mejorar la calidad de vida no tan sólo de los voluntarios de la compañía sino del sector que acoge . Al final, los cuarteles de bomberos pasan a ser un edificio comunitarioylacomunidad debe sentirse integrada en el diseño, que no sea un edificio que se guarde hacia el interior sino todo lo contrario que acoja a la comunidad, eso es lo importante.

Sabemos que ejecutas actualmente un proyecto para la marca Deleyda. Un desafío mayor, asumo, por la envergadura que requiere la industria olivícola.

Exacto. Son edificios industriales y es todo un desafío porque no es sólo materializar la arquitectura y la construcción , sino que hay que materializar la función que tienen estos espacios, que no siempre son convencionales. Hay que estudiar cómo funciona una planta ¬-en este caso de aceite de oliva cómo trabaja, cuál es la línea de procesos, cuántos son los volúmenes de producción, sus proyecciones y toda esa mezcla de insumos sirven para generar un buen proyecto .

Los proyectos industriales, por lo general, son sencillos de resolver, pero no sólo porque sí, sino porque llegas a un resultado que te permite dar una imagen simple y que funcione interiormente muy bien. El motor de estos edificios industriales es su operación , la arquitectura entiende esto y solamente envuelve con prudencia esta función .

Y desde una mirada general, ¿cuál es tu evaluación de todo tu recorrido profesional? ¿Qué sientes cuando lo miras en retrospectiva y ves estos distintos planteamientos orientadores ya en desarrollo?

Hay un grado de satisfacción y crecimiento importante por lo que se ha logrado proyectar y ejecutar, eso es innegable. Es muy nutritivo, al afrontar nuevos desafíos se toman elementos de cada proyecto ejecutado y se ponen en la batidora (como decíamos cuando estudiábamos), y al final el resultado te va dejando cada vez más conforme porque estás mezclando muy bien los materiales, la función en el diseño, estás integrando los proyectos y los estás ordenando .

Ahora el desafío mayor es cómo adaptarse a los tiempos que estamos viviendo porque hay condiciones extremas que tienes que estar manejando. Tenemos inundaciones, exceso de calor, inviernos cortos, pero súper potentes y veranos con temperaturas muy altas, entonces hay que saber responder con arquitectura a estas nuevas condiciones que son más fuertes que hace 20 o 30 años atrás.

Y como marca, como empresa, ¿hacia dónde van, cuál es la oferta? Somos una empresa que trabaja con gente de confianza, eso es uno de los principales requisitos para ingresar. Los colaboradores de Gestión ya llevan 12 años, hay un par que vienen desde la universidad, nos conocemos, y eso da la confianza tanto a mí como a las personas que se lanzan con un proyecto conmigo porque no es algo desechable, la arquitectura es algo que perdura en el tiempo y ojalá que perdure

bien, feliz, no con problemas. La integración de todas las especialidades que involucra un proyecto, desde la topografía hasta las especialidades de corrientes débiles, por ejemplo, es algo que nos gusta hacer y lo hacemos con ánimo . Apuntamos a ser capaces de tener una empresa sólida, con experiencia, con buenos proyectos y cercana.

Quiere decir que las necesidades han ido cambiando.

La arquitectura considera las necesidades de las familias y las va plasmando en el diseño. Como arquitectos entramos ahí en un campo muy profundo porque vamos a entender cómo funciona la sociedad, las familias, los edificios públicos o los edificios de oficina, etc. cómo están volcando sus necesidades a otro tipo de trabajo. Por ejemplo, lo que pasó con la pandemia, los edificios de oficinas se fueron quedando cada vez con menos clientes porque la gente empezó a trabajar en sus casas, y por lo tanto, el mercado de oficinas empezó a tener una mayor oferta, la que hasta el día de hoy, no ha logrado repuntar a números de finales del 2019, y por otro lado, las viviendas no estaban adaptadas para el trabajo online, ni para salas de clases, ni para incluso tener a toda la familia operativa en su interior, lo que produjo que muchas de ellas comenzaran a adaptarse, a reorganizarse, para recibir esos nuevos requerimientos.

Con el tiempo, creo que la vivienda va a ser un espacio multifuncional, que permita además de ser un espacio “seguro” y que nos proteja del exterior, un lugar donde se desarrollen las actividades propias de cada individuo y familia, entendiendo por ellos las actividades y oficios que cada persona posea y que brinde a la comunidad.

La arquitectura va muy de la mano con todos los movimientos de la sociedad, cambios sociológicos, antropológicos, culturales. Una práctica que debe estar en un permanente diálogo con el mundo que la rodea, ¿no?

La arquitectura da respuesta a lo que la sociedad va requiriendo, a veces da respuestas malas,como los malls,por ejemplo, pero da respuesta a un cierto tipo de conducta social. En este caso la arquitectura y el desarrollo de las ciudades va mostrando como son las cualidades de los residentes, de los usuarios, compartimos un espacio en común, en este caso la ciudad, pero no lo cuidamos , no lo valoramos porque estamos acostumbrados a cuidar lo privado, lo nuestro y no entendemos que la ciudad también es de cada uno de nosotros.

¿Y tú, cómo llegas a tales convicciones?

Es parte del desarrollo como arquitecto, uno es libre, no se puede decir si una obra es buena o mala, linda o fea, a mí modo de ver la arquitectura patrimonial tiene su tiempo, su época y es bueno que esté y se mantenga lo menos intervenida posible, pero los requerimientos de hoy son muy distintos. Por ejemplo, el Museo de El Huique es una obra emblemática, uno entra y el mismo olor te dice que es deotro tiempo, debemos cuidarla porque esa es la arquitectura colonial que tenemos y nunca la vamos a igualar, aunque se quiera rehacer por los mejores arquitectos del mundo, no sería lo mismo porque ya las tendencias son otras y uno de los aportes para la sociedad desde la arquitectura es poder mostrar estos tiempos bajo estas nuevas condiciones y las formas que tenemos para resolverlas .

Es una impronta, no de liviandad sino de honestidad profunda.

Honestidad en el diseño porque las condiciones son otras. Por ejemplo, una de las respuestas de esta casa museo de El Huique son esas puertas que unen sus espacios interiores, los que tú debías cruzar para ir en invierno o por la noche a algún punto. En ese tiempo no existían los baños dentro de la vivienda como tal, con todas sus comodidades, ni las conductas de higiene de hoy, también la cocina es otro ejemplo,

tampoco se contemplaba dentro de los espacios habitables interiores, sino que era un volumen exterior, aparte y lejos del comedor, esto sin duda nos muestra otro tipo de habitar los espacios, muy acordes para la época en la que se desarrolló. Eso para mí es importantísimo, porque al final esa arquitectura fue inteligente en resolver sus problemáticas con los recursos y avances que se valoran hasta hoy.

La sociedad y las ciudades han cambiado, vivimos en una época en donde pudimos ver las mejoras en infraestructura del campo y de las zonas rurales, ver caminos de ripio que ahora están asfaltados, zonas sin electricidad, casas de adobe que ahora lamentablemente ya no están, tuvimos la suerte de ver las comunas como Chépica, Pumanque, Lolol, por nombrar algunas, y sentir los olores del adobe y la humedad por sus corredores, pero creo que no podemos fingir en los nuevos proyectos una arquitectura que ya no está, si estoy de acuerdo en considerar y reinterpretar lo que lograron, especialmente esas continuidades espaciales, el trato con el espacio público, su escala con respecto a las demás construcciones, y su buen vivir.

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