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Carlos González: De Colchagua al liderazgo de Arcos Dorados Sudamérica

 

Desde su posición como Presidente de la División Sudamérica de Arcos Dorados, el alto ejecutivo comparte su inspiradora trayectoria, que lo convirtió en el primer chileno y colchagüino en liderar McDonald’s en Chile. En esta entrevista, aborda aspectos de su carrera que lo llevó a dirigir más de 600 restaurantes en la región. Además, detalla la reciente inauguración del primer local en San Fernando, el impacto de las más de 20 medidas sustentables implementadas en ese restaurante y la importancia de generar empleo local, destacando que el 90% de sus proveedores en Chile son nacionales. Con orgullo de sus raíces en Colchagua, González reflexiona sobre el liderazgo, la inclusión y su compromiso por hacer de la compañía con “M” dorada una empresa con impacto positivo en las comunidades y su entorno.

ENTREVISTA PATRICIO MORALES L. | REDACCIÓN PAULO ARAYA V. | FOTOGRAFÍA CLAUDIA MATURANA N.

 

El destino no es una casuali­dad. Es una cuestión de elec­ción. No es algo que se espe­ra, es algo que se debe lograr”. La cita del político estadouni­dense, William Jennings, aplica con exactitud a Ray Kroc, quien tocó el piano en programas de radio, trabajó en una firma de venta de vasos y adquirió los derechos de una máquina que preparaba cinco malteadas simultáneamente, an­tes de abrir su primer McDonald’s, en 1955. La preclara visión de Kroc, desarrolló la marca estadouniden­se, referente de la comida rápida, que cuenta hoy con más de 36.000 restaurantes en todo el mundo.

Arcos Dorados es la principal franquicia de McDonald’s en el mundo y se ha convertido en una de las compañías generadoras de empleo más importantes a nivel regional, con más de 100.000 co­laboradores. Como parte de su estrategia corporativa, ejerce una política de Responsabilidad Social Empresarial, que ha logrado im­pactar de manera positiva y per­manente en diversas áreas, entre ellas, con su compromiso por la sustentabilidad, el apoyo a las co­munidades y la inclusión.

El desarrollo de Arcos Dorados, a través de sus restaurantes McDonald’s, ha significado em­plear actualmente en Chile, a más de 11.000 personas. El 90% de ellos son jóvenes, luciendo el sello que distingue a la com­pañía como una de las más importantes empleadoras de colaboradores entre 18 y 24 años. A ellos se suma la generación de 4.000 empleos indirectos, prove­nientes de los proveedores. No todos saben que el 90% de los proveedores de McDonald’s en Chile son de nuestro país. Por ejemplo, ProCarne de Osorno. Sus hamburguesas son 100% carne, sin aditivos, preservantes ni conservantes.

Cuando lo nombraron director general de Arcos Dorados en Chile, en 2011, le dijeron: Eres el primer chileno en ocupar este puesto. Él con orgullo respondió: “¡Sí, y el primer colchagüino!”. Para labrar su exitosa ruta al destino dorado, que lo convirtió en el primer gerente general chileno de McDonald’s, Carlos González hizo un intercambio en Canadá, posteriormente se tituló de la carrera de Administración Pública en la Universidad de Chile y obtuvo un magister en nego­cios en la Universidad Adolfo Ibáñez. Cuando era gerente de Operaciones de McDonald’s, el sanfernandino y exalumno del Colegio Marista de la capital de la Provincia de Colchagua, tra­bajó un año en un restaurante McDonald’s “preparando ham­burguesas y papas fritas, en limpieza de baños y del lobby, también en atención de clientes, ya que, para dirigir, es muy im­portante conocer antes la base del negocio. Para mí fue un cable a tierra muy, muy impor­tante”, expresa González.

La vida comienza a significarse en la educación y siempre deja hue­llas. Hablemos de su paso por el Colegio Marista de San Fernando.

La educación en el Colegio Marista me marcó. No solo in­culcan disciplina, te forman, lo que me ha servido para el resto de mi vida. Grandes amigos y compañeros de vida los conocí ahí. Esa formación, de alguna ma­nera, distingue a los maristas de distintas partes de Chile. Muchos han desarrollado carreras exitosas en diversas empresas. Me siento orgulloso de haber estudiado en el Colegio Marista y orgulloso de haber nacido en San Fernando.

Me atrevería a decir que, si algo que caracteriza a un colchagüino, es su arraigo, su orgullo de ser parte de la Provincia.

La verdad, mi arraigo con San Fernando siempre ha sido muy fuerte. Cuando me nombraron ge­rente general de McDonald’s, me dijeron: Eres el primer chileno en este cargo. Yo respondí con orgullo: ¡Sí, y el primer colchagüino! Ser col­chagüino genera otra perspectiva, otro acercamiento con la gente.

Cada vez que puedo, recalco que soy de San Fernando, que soy colchagüino. ¡De dónde viene el mejor vino del mundo! Que no me discutan, de Colchagua. He ido aprendiendo del vino. Imagínate, ser colchagüino y no saber de vino, es como, no sé… haber nacido en Argentina y no saber jugar al fútbol. Me encanta el Cabernet Sauvignon. También disfruto el Carmenere y le hago mucha publicidad fuera de Chile, porque es uno de nuestros em­blemas. La historia de la filoxera y la supuesta desaparición de esa cepa la conozco de memoria y se la cuento a todo el mundo.

¿Qué papel han jugado sus padres en sus logros?

¿Hablar de mis papás? Me emociona mucho hablar de ellos. Primero porque ya están en una etapa que merecen todo. Mis padres han pasado momentos durísimos en su vida, entre ellos, la pérdida de mi hermana Loreto, que a todos nos marcó muchísimo. Merecen todo mi amor, la vida me premió con ellos. Me han dado todo, por ejemplo, la oportunidad de viajar a Canadá. Mis padres Carmen y Lalo son impresionantes, de ellos aprendí los valores, el concepto de familia y el valor de los hijos que han sido fundamentales en todos mis procesos.

 

Carlos González
Carlos González

 

LIDERAZGO DE IMPACTO

Adentrándonos en su carrera. Su paso por Canadá sin duda lo marcó.

Me marcó muchísimo. En la década de los 80 no era fácil viajar al extranjero. Yo tenía 16 años cuando me fui de intercambio a Canadá. Me fueron a dejar al ae­ropuerto como 30 personas, toda la familia, era el primero que se iba a estudiar a otro país, entonces fue todo un evento.

Fue un período muy lindo para mí, conocí mucha gente, se me abrió el mundo. Decidí estudiar Ciencias Políticas y postulé a un college en Canadá. Después llegó la crisis del dólar, se devaluó el peso, el dólar se disparó y en Chile quedó la escoba. Y mi papá, que en esa época vendía maquinaria agrícola en Gildemeister, me dijo: “Carlitos, véngase”. Volví y comencé a estu­diar Administración Pública en la Universidad de Chile. También es­tudié Marketing en la Universidad Católica. Fui especializándome a través de diplomados y postgrados.

¿Cómo fue el proceso que lo llevó a un rol de liderazgo en McDonald’s?

Ha sido un proceso que se fue dando gradualmente. Yo traba­jaba como gerente en la empresa de equipamiento automotriz, Autobahn, cuando me contactó Juan Pablo Aliaga, renguino, exce­lente persona, que también fue alumno de intercambio y que en esa época tenía el cargo de ge­rente de Recursos Humanos de McDonald’s, y me dijo: “Carlos, tienes el perfil para McDonald’s, ¿te interesaría trabajar con nosotros?” Lo pensé, después de un tiempo me hizo una oferta concreta y así partió mi carrera a McDonald’s, donde llevo 25 años.

Me contrataron como gerente de Operaciones. También ejercí como gerente de Franquicias. Después de ese proceso, que duró tres años aproximadamente, fui gerente de Operaciones Nacionales. Y ahí me mantuve aproximadamente nueve años, hasta que en el 2011, me nombraron gerente general de McDonald’s en Chile. Además, desarrollé un pro­ceso que también sumó a Perú. Estuve manejando los dos países, cerca de nueve meses.

Mi carrera ha sido muy gra­tificante en la compañía Arcos Dorados, nombre que alude a la ‘M’ de McDonald’s y que es la fran­quicia más grande de McDonald’s en el mundo, que maneja toda Latinoamérica, desde México y Caribe hasta Chile.

Recientemente fue nom­brado Presidente de la División Sudamérica de Arcos Dorados. Sin duda, un orgullo para nuestra pro­vincia. Desde ese escenario, ¿hacia dónde apuntan los desafíos de su compañía considerando las ac­tuales dinámicas de consumo?

Nuestro desafío en la división sur de Latinoamérica está bási­camente concentrado en hacer crecer a los países de manera homogénea, todos tienen cul­turas distintas y, por supuesto, preferencias por productos más característicos que tengan una co­nexión local. Ese es el gran desafío de nuestra marca; conectarse con cada consumidor en cada país en el que estamos presente y ser una marca relevante para ellos, tanto desde el punto de vista del pro­ducto como del impacto que gene­ramos en las comunidades donde estamos presentes.

En muchos países desarro­llamos productos que tienen al­guna característica local, lo que hace que nuestros clientes se identifiquen con nuestra oferta y la valoren. Muchas de las ini­ciativas de Arcos Dorados en Latinoamérica han sido bench­mark en otros países del mundo. Tenemos una operación de clase mundial y eso nos pone un de­safío inmenso para seguir mejo­rando y siendo líderes en la región.

¿Qué determina que McDonald’s se haya instalado con tanta fuerza en el imaginario colectivo?

Son diversos aspectos. Por nombrar algunos, están el aná­lisis que efectuamos de nuestros consumidores, cómo nos comu­nicamos con ellos, el cuidado por nuestro entorno y por nuestras comunidades. Somos mucho más que comida; todos los que trabajamos en Arcos Dorados somos embajadores de la marca McDonald’s. Somos líderes en co­mida rápida y nuestras materias primas son de primera calidad. Además, cuando llegamos a una ciudad, nos proponemos im­pactarla positivamente, no solo desde el relacionamiento comu­nitario o por la experiencia de un restaurante, también siendo res­ponsables con el entorno, y me­diante la generación de puestos de trabajo para los jóvenes.

 

 

MCDONALD’S SAN FERNANDO: COMPROMISO CON LA SUSTENTABILIDAD

Parece ser que para McDonald’s ha sido relevante contar con cola­boradores de nuestra zona.

El restaurante que se ha in­augurado en San Fernando, está ubicado en las cercanías del super­mercado Líder y cuenta con 380 m². Cuando quisimos abrir este restaurante, dijimos: ¡Colchagua merece lo mejor!, con la misma tecnología que dispone Estados Unidos y Europa. Hay 130 colabora­dores, en su gran mayoría jóvenes, también de San Fernando, que hemos preparado para asumir la responsabilidad de la apertura de nuestro primer restaurante en la Provincia de Colchagua. Además, trabajarán personas en el marco de nuestro programa de inclusión.

Se ha entrenado a quienes se convierten en los gerentes de ese restaurante. Son sanfernan­dinos, sanvicentinos y de El Tambo. Hemos abierto un espacio de clase mundial para las y los habitantes  de Santa Cruz, Nancagua, San Vicente, San Fernando, de todo nuestro valle. Es un panorama ir a McDonald’s, con estacionamiento, autoatención mediante tótems, la posibilidad de comprar mediante la app y a través del Automac.

Antes habló de lo responsable que busca ser McDonald’s con el entorno, ¿puede hablarnos de algunas de estas medidas apli­cadas en San Fernando?

Arcos Dorados es una empresa comprometida con la sustentabi­lidad. En San Fernando abrimos nuestro restaurante que cuenta con más de 20 medidas susten­tables. Entre ellas está su ilumi­nación Led y el agua que usamos en el restaurante, se asocia a un proceso de calefacción solar. Contamos con un jardín de riego de bajo consumo hídrico y todos nuestros embalajes son de origen sustentable y compostables.

En Chile, recuperamos todo el aceite que utilizamos en nuestra operación para enviarlo a Europa, donde se reprocesa, y se trans­forma en biodiesel. Es decir, nin­guno de nuestros aceites vuelve a la cadena alimenticia, proceso que está certificado por el Ministerio de Salud. El aceite que usamos en las cocinas es Omega 6, mejor in­cluso que el aceite que uso en mi casa. Y además lo filtramos diaria­mente, con filtros de magnesio que preservan sus propiedades originales. Además, en este y mu­chos restaurantes, estamos com­postando residuos orgánicos.

¿Cuáles son sus expectativas a mediano y largo plazo respecto de la plaza San Fernando?

Los sanfernandinos, al igual que nuestros clientes en todas las regiones de Chile, merecen res­taurantes con lindos diseños, có­modos, con espacios y decoración que nada tiene que envidiar a los restaurantes que cualquier per­sona puede encontrar en Estados Unidos, Australia o Europa. Somos una marca transversal y hemos querido llevar la mejor expe­riencia junto a una calidad de servicio excepcional a nuestras regiones, y por supuesto, a San Fernando. Estoy muy orgulloso de que nuestra marca haya llegado a esta ciudad, cumpliendo así el an­helo de toda la comunidad.

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