Peperina

Para desarrollar una buena pastelería hay una meta que precisa en ingredientes de calidad, medidos con exactitud, pero esencialmente mucho amor y dedicación. Quizá sea ese el motivo por el cual el recetario de la repostería tradicional chilena, a pesar que pudo haber ingerido influencias y cambios, aún conserva preparaciones que parecen sujetas a cualquier presente. Un ejemplo es Pastelería Ommi, que durante años ha tomado un recetario familiar, para esta vez, proyectarlo en su cafetería que cumplió recientemente su primer aniversario.

Por Álvaro Tello | Fotografía Claudia Maturana N.

Por algún motivo, todo aquello que sabe a dulce se fija en la memoria como un recuerdo que nos de-vuelve a un momento especial, a una vivencia. Puede que el dulzor desde temprana edad se reconozca como el primer placer adquirido, y así va cobrando mayor significado a lo largo de los años. Como sea que esto ocurra, lo dulce siempre nos parece comprendido, como si estuviese su- jeto a una “edad de siempre”, parafraseando a Gabriela Mistral.

Mientas las recetas contemporáneas se internacionalizan y auguran una libre interpretación, la tradicional repostería chilena se mantiene, insiste, repica en la memoria y finalmente, se comparte. En ese sentido, es vital comunicarse con aquellos lugares donde lo dulce se conecta en el tiempo e instante preciso. Los hay, por cierto, pero pocos como Casa Ommi, un proyecto que nace de un sueño de los hermanos Carolina y César Isbej Fuentes, un lugar en que, más allá de encontrar las tradicionales recetas de su pastelería, fuera un espacio cálido y acogedor, con ambiente hogareño, y además en pleno centro de la ciudad colchagüina.

Al llegar a Casa Ommi te encontrarás con un hermoso espejo de Teatina que te recibe e invita a descubrir en cada rincón una mezcla de texturas, fibras y muebles de maderas nobles, todos hechos por artesanos del Valle. Lo que podemos llamar el “otro comienzo” –porque no es el final de la experiencia– es su propuesta gastronómica, con productos que llegan frescos de proveedores de la zona, y está elaborada por un trabajo en equipo, rescatando sabores de casa y no dejando nunca de lado su sello de calidad ya tan característico. El tiempo que lleva la cafetería ha sabido sorprender para instaurarse dentro de los imperdibles del mapa culinario colchagüino.

Aquí también se disfruta la representación correcta del mundo del café. Todos, preparados al instante, para conservar la integridad de aroma y sabor.

La especialidad de la Casa es la pastelería chilena, un canto que contempla los clásicos chilenitos rellenos con manjar de tarro de leche condensada, empolvados, delicias, junto a la famosa empanadas de pera que, sin duda, es uno de los productos más cotizados y reconocido de su pastelería, a la que se le ha sumado la empanada de alcayota y manzana. En trozo y para acompañar un buen café aparece el imperdible pie de limón, tradicionales kuchen y tartas.

Siempre vas a tener la posibilidad de probar sus tortas comenzando por la tradicional “Mil hoja” que tiene ya su propia reputación, siguiendo con la clásica “Torta de la Abuela”, esa con sabor a recuerdos y nostalgia.

Si eres dulcero y estás solo de pasó por Santa Cruz, prueba directo la torta “Ommi”, en ella encontrarás una perfecta mezcla de sabores de la marca. Si eres más del team salado, puedes probar sus sándwichs de propia autoría. También te pueden recomendar los tentempiés que son perfectos para hacer una parada de sabor, sus ensaladas que sorprenden y, prontamente, nuevos platos.

Un punto importante que no podemos dejar pasar son sus desayunos; algunos simples, como “En la casa” con huevo, palta, pan y, por supuesto, el lado dulce de unos ricos pastelitos; hay otros más contundentes para compartir. La opción que elijas será una buena alternativa.

UN LUGAR EN QUE, MÁS ALLÁ DE ENCONTRAR LAS TRADICIONALES RECETAS DE SU PASTELERÍA, FUERA UN ESPACIO CÁLIDO Y ACOGEDOR, CON AMBIENTE HOGAREÑO, Y ADEMÁS EN PLENO CENTRO DE LA CIUDAD COLCHAGÜINA.

Si hablar de recuerdos se trata, Ommi nos plantea el espíritu de los salones de té, en los cuales se definía en parte nuestra condición de habitantes de una ciudad. No sólo urbanos, sino humanos, que logran vincular el sabor con memoria y sensibilidad.

Además, el lugar te permite trabajar con tranquilidad, en sus distintos espacios y también poder reservar para tus celebraciones. Cuentan con servicios de Delivey y de Coffe break para eventos.

Casa Ommi se ubica en la calle Orlandi 105, Santa Cruz, frente al Liceo María Auxiliadora y a pasos de la Plaza de Armas, en pleno centro de Santa Cruz. Su horario de atención, de lunes a viernes, es entre las 8:30 y las 19:30 horas. Los sábados, entre las 9:30 y las 19:30 horas, temporada de invierno.

Nota: Pet friendly

Si vas no olvides etiquetar tu foto en Instagram: @casaommi Fono: +569 9 65662794

 

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